1962/04/14 > Consideraciones sobre el turismo (III)

1962/04/14 > Consideraciones sobre el turismo (III)


Farode Vigo, 14/04/1962.


7.º- Lo típico:

El turista no se encontrará en Galiciacasi nada de lo que, desde fuera, ha considerado como ‘typical Spanish’. Por eso es particularmente aconsejableofrecerle, en el mayor grado posible, lo typical Galician en el aspecto folklórico, la música, trajesfiestas, romerías y acontecimientos como la fiesta del Albariño y otras similares, que ya existeno podrían organizarse. Así como manifestaciones de artesanía, y la oferta de ‘souvenirs’ dignosque pudiesen llevarse como recuerdo de su estancia. También tienen su atractivo –mayor quizá paraellos que para nosotros- las leyendas y tradiciones, el romántico. Sin que hayamos de ser demasiado puritanosen cuanto a lo que en ello pudiera haber de artificial, siempre dentro de ciertos límites, puesto que lorealmente ‘vivo’ en el campo del folklore ya ha desaparecido, por desgracia, casi en todas partes. Todo lo cual,quizá por lo inesperado, sería ciertamente del agrado de nuestros visitantes.

8.º- La información interior:

Existen ya diversos y apreciables folletos, mapasy otros medios similares de propaganda e información; pero es indispensable aumentar grandemente su númeroy difusión. El turista debe encontrarlos, y en su idioma, en os trasatlánticos que tocan en nuestrospuertos, y una vez aquí, en todos los hoteles, restaurantes y otros lugares que pudiese frecuentar. Seríanconvenientes unas guías sencillas y breves de Galicia y de sus provincias y comarcas, con planos, mapase itinerarios y horarios. Y, en las poblaciones, carteleras, en las cuales constasen todos los datos posibles referentesa la población, itinerarios y atracciones…

9.º- Enseñanza de idiomas:

La enseñanza de idiomas al mayor númeroposible de aquellas personas que hayan de relacionarse con los turistas extranjeros tiene, evidentemente, una importanciafundamental. En relación con ella, habría de seguirse un criterio práctico, procurando lasencillez y la especialización. La tarea sería larga antes de conseguir un resultado apreciable,pero no por eso puede eludirse. No creo que sea probable llevarse a cabo sin una orientación y protecciónde carácter oficial. No ha de olvidarse, sin embargo, que los beneficios obtenidos no se concretaríansolamente al terreno turístico.

10.º- Los precios:

Tenemos la apreciable ventaja de que los preciosen nuestra región, y en España en general, le parecen moderados a nuestros visitantes, en relacióncon los de sus propios países y teniendo en cuenta el cambio de sus divisas. Lo que se ha de evitar portodos los medios, y de sancionar si es preciso, es cualquier abuso o anomalía que pueda causar la impresiónde que se engaña o explota al cliente turístico.

11.º- Los deportes:

Los deportes, especialmente la pesca fluvial yel ‘golf’, pueden ser un poderoso atractivo y una excelente fuente de ingresos, si se da a conocer la posibilidadde practicarlos en Galicia. En el caso del ‘golf’, respecto al cual creo que ya hay algunos proyectos, es imprescindibleque del trazado de los campos donde se vaya a practicar se encarguen personas especializadas y competentes.

Las posibilidades del deporte náutico nodeben desaprovecharse, para lo cual sería muy conveniente que los visitantes pudiesen disponer de embarcacionesde vela y motor, alquilables a precios moderados.


La idea general representada por el Plan de laCosta de las Rías Bajas es digno de todo elogio, tanto en el terreno de sus proyectos constructivos comoen lo que se refiere a la defensa de las bellezas existentes. Estimo, sin embargo, que hubiera sido preferibleenfocar la cuestión desde el punto de vista de conjuntos o ‘unidades’ de costa en vez de elegir centros’piloto’ –aunque es de suponer que todo llegará a hacerse con el tiempo. Refiriéndonos, por ejemplo,a la comarca eminentemente turística desde la cual se escriben estas líneas –la costa sur de la Ríade Arosa- se salta en el Plan citado desde Villagarcía y la playa de las Sinas directamente hasta El Grove.A mi entender, daría mejores resultados encararse desde el principio con todo el recorrido Villagarcía-ElGrove, sin olvidarse naturalmente de la insuperable playa de La Lanzada. Las villas y pueblos intermedios, y hastalas islas, ofrecen algunos de los más valiosos atractivos turísticos que poseemos. Edificios, perspectivasurbanas y monumentales de las cuales el turista probablemente ni tendrá noticia y que a veces son difícilmenteaccesibles. Bellos paisajes que también habría que defender de diversos atentados –y magníficasatalayas desde donde admirarlos… Mucho se ha perdido y estropeado en nuestras villas y pueblos por descuido ydesconocimiento. Hace bastante falta, en general, asesorar a quienes rigen sus destinos, y dotarlos de medios depropaganda. No olvidemos que muchos turistas, hastiados ya de vida ciudadana, buscan en su veraneo lugares tranquilos,como los que estos pueblos pueden proporcionarles. Y que, con frecuencia, cuando desean detenerse en ellos durantemás o menos días no encuentran donde alojarse. Por esa razón, y sin despreciar, ni mucho menos,los refinados establecimientos de las ciudades, sería sumamente recomendable la creación de mássencillos y modestos, aunque gratos, paradores en algunas de las villas de la costa pontevedresa, donde el turistadeseoso de tranquilidad y de contraste con su agitada vida habitual pudiese hallar el reposo de cuerpo y de espírituante bellos paisajes, incomparables marinas y cielos de inacabable variedad en matices vespertinos.

P. R. Castro.