Farode Vigo, 27/06/1965.
En el volumen titulado "In Excited Reverie"con el que Macmillans -sus editores de siempre- han querido honrar la memoria de William Butler Yeats al cumplirseel centenario de su nacimiento, figuran no menos de veinte páginas dedicadas a la bibliografía deobras acerca del gran poeta irlandés publicadas desde 1950 hasta la fecha. Se comprenderá, pues lodifícil que resulta dar una idea de su personalidad y de su obra en los límites de un artículo.Y más aún cuando se trata de la figura más compleja, enigmática y hasta desconcertante,de la poesía en lengua inglesa de nuestro tiempo… De él se ha dicho, ahora o en diversas ocasiones,por los más autorizados críticos literarios, que ha sido "el poeta más grande del siglo";"no de los pocos cuya historia fue la historia de nuestro propio tiempo de los que forman parte de la concienciade nuestra época que sin ellos no podría comprenderse" (así ha hablado T. S. Eliot);"el autor de los más grandes poemas líricos de nuestra época, escritos por un gran hombre,infinitamente complejo…"
La ruta vital y poética de Yeats ya esen sí "infinitamente compleja". Tras la convivencia londinense con los poetas y artistas "decadentes"de los lustros finales de siglo XIX regresa a Irlanda y en sus primeros poemas y obras teatrales en verso creao recrea el ambiente del "crepúsculo céltico", poblado de héroes y bellezas de unremoto pasado irlandés de la expresión lírica de tristes amores románticos de una poesíasaturada de saudades de la imposible. Y en el cual se fundían estos recuerdos y anhelos con las aspiracionesde libertad de la Irlanda de su tiempo. No tarda Yeats en emprender una actividad más inmediatas y práctica,cuando con la colaboración de Lady Gregory, crea un teatro nacional irlandés el inolvidable AbbeyTheatre.
Y es precisamente entonces cuando se produce elprimer choque entre el poeta soñador y las realidades de su pueblo nativo, que tanto había de influiren la evolución de su propia personalidad y arte. La realidad de Irlanda no estaba ala altura de sus altosdesignios y aspiraciones. Los escándalos en las representaciones, la cerrilidad en los comentarios, losinsultos y ataques personales, crearon ese contraste entre lo imaginario y lo real que tanto había de influiren la trayectoria del poeta. No abandona la lucha por sus ideales, ni deja Irlanda de ser el alma de su poesíani cesa su identificación con las realidades de su tiempo, pero Yeats ya inicia su camino hacia la "Torre"y la abstracción en filosofías clásicas y orientales. La guerra del catorce, la rebeliónirlandesa de Pascua de 1916 -"ha nacido una terrible belleza"- y la guerra civil de los primeros añosdel Estado Libre, no hacen sino acentuar este proceso.
Yeats ya presentía que en la Irlanda renacienteiba a imperar "la multitud indiferente", que no iba a ser una nación plena de valores selectosy aristocráticos, sino "una democracia católica de baja clase media compuesto de agricultoresy tenderos". "El sueño de mi juventud", había de escribir luego, de que una naciónmoderna pudiese retornar a la Unidad de Cultura era falso, si bien es posible que lo consigamos para algúnpequeño círculo de hombres y mujeres y ahí lo dejemos hasta que la luna en su curso traigacon ella su siglo. (¿No habrá en esta insinuación algo que pudiera relacionarse con cosasmás próximas a nosotros?)
El poeta pasa entonces, si bien no deja de reapareceren muchas ocasiones su claro lirismo a crear lo que se ha llamado "una poesía árida, desnuda,cripticano explicable según la lógica". Pero persiste en él se ha dicho "un intercambioentre la actitud individual y los acontecimientos públicos para el cual no es fácil hallar paraleloy que es algo central en se evolución como poeta. Tanto Eliot como Yeats -los dos dominadores de la poesíainglesa de nuestro siglo- vivieron plenamente en su época "dando ambos testimonios de tradiciones culturalesamenazas, pero en Eliot el observador no se distingue de lo que observa mientras que en la obra de Yeats lo queel poeta diagnostica reposa sobre sus propios términos públicos e históricos…" Yeats"aísla lo que es ennoblecedor, incluso en la odiosa confusión de la segunda y tercera décadadel siglo. La resistencia de Yeats a las maldades de su tiempo es total por eso alaba lo desafiador y heroico…Admira pues, a los fuertes y orgullosos los brillantes y excepcionales. No es sorprendente, por lo tanto que algunoshayan visto en él una inclinación hacia los fenómenos totalitarios de sus últimos años.Pero no ha de olvidarse que sus históricos discursos en el Senado de Eire fueron en defensa de la libertadde conciencia el derecho al divorcio, y en enérgica oposición a la censura literaria…
El gran poeta irlandés escribiómucho en prosa, acerca de sí mismo y de su obra nos dice, "Yo había creado una nueva religiónque era casi como una iglesia infalible de tradiciones poéticas…, transmitida de generación porlos poetas y pintores con alguna ayuda de filósofos y teólogos…" "Fuimos los últimosrománticos, los que elegimos como tema la tradicional santidad y belleza…" "La autoconquistadel escritor que no es un hombre de acción es el estilo…"
¿Fue Yeats como algunos han sostenido un"snob" un "poseur" ? El juicio general es que ni "Yeats" se ha dicho "representócon creciente seguridad y espontaneidad el difícil papel de ser é l mismo. La representacióna lo largo del tiempo, se hizo casi natural…"
"Posee, a través de toda su vida unaorgullosa e inatacable fe en si mismo…" "Vivió el papel de un poeta…" (Tal vez el recuerdode nuestro Valle Inclán nos ayude a comprendernos). El estilo, al fin y al cabo, en la vida como en la poesía.
De todas maneras los tiempos en que se calificóa Yeats de "un superviviente de los años noventa", "un esteta agotado", "un habitantede un mundo irreal", han pasado y en el centenario de su nacimiento se reconoce casi unánimemente suindiscutible posición del poeta de habla inglesa más eminente desde los grandes románticosde hace cerca de siglo y medio.
"La luna en su curso" trae mucho siglosdiversos. ¿Qué aspecto de la poesía de Yeats tan variada dentro de su esencial unidad emocionaráal lector de e siglos venideros? Es inevitable el recuerdo de William Blake cuyos "Cantos de Inocencia y deExperiencia", antes que sus confusos profecías son lo que le ha concedido la inmortalidad poética.Quizá también en el caso de Yeats, tan íntimamente ligado a Blake sea la saudosa belleza desu período céltico lo que posea mayor calidad de supervivencia. En todo caso tiene que ser lo quepara nosotros gallegos posee una máxima atracción, en esa faceta de la poesía de Yeats estápresente lo que Fraser ha llamado "el anhelo que semeja no tener ni procurara un objeto…"Algo, pues,que nos suena a muy cercano, y finalmente en un contexto gallego, cabe fijarse en que a Yeats le fueron suficienteslas circunstancias de una pequeña nación para convertirse en el testigo universal de su tiempo desu turbulenta y de sus íntimas aspiraciones y repulsa…
De todos modos William Butler Yeats parece tenerasegurado eso que los hombres llaman "inmortalidad". Esa inmortalidad se gana mejor con una do cenasde poemas en una antología que con todos los efímeros triunfos de los potentados y todo el brillode la fortuna de los aventureros de las finanzas. ¡Qué maravillosa venganza!
P. R. Castro.